Ovejas Negras & Manzanas
Tentadoras
~Capitulo 5~
“Contigo, créeme, todo es
divertido.”
Pensamientos, pero esta vez, no
fueron de las caídas si no de sus levantadas. De las levantadas que, aún que
todavía no lo sepan, están dándose ellos mismos ayudándose mutuamente.
Al día siguiente, después de
bañarse –por separado- e insistir a Christina que fuera con el, fueron a la
universidad o como Niall la llamaba la “insulonaría”. Ambos se vistieron; ella
de gris y el de negro. Les gustaba como eran y no por alguien más iban a
cambiar.
Llegaron en el carro de Niall,
todos se le quedaron viendo cuando llego con la linda chica. Oh, si sólo
supieran que es sólo una cara. Si sólo supieran por lo que ella sufre.
Niall la acerco más a el con su
brazo alrededor de su cintura y le susurró al oído: “te quiero”, y como una
acción planeada pero inconsciente lo beso en los labios ligeramente, el alargo
el beso. No importaba quien los viera, siempre lo hacían, no cambiaba mucho. La
abrazo y sonriendo le dijo –muy- cerca de los labios, “me equivoque… te amo”.
Sorprendida por las palabras que inconscientemente salieron de Niall, lo volvió
a besar y el volvió a prolongar el beso. Un profesor paso por ahí y,
obviamente, los vio.
-Ah sus clases, jovencitos.- dijo
aun que era muy temprano para ir a clases.
En resumen así pasaron el día:
Niall trato de que Christina
entrara con él a clases –para que lo ayudara-, pero ella se negó. Ella se quedó
en una banca debajo de la sombra de un árbol leyendo su libro. En el tiempo que
Niall estaba en clases, un chico se le acercó a Christina, queriendo algo no
más que una noche. Ella lo ignoraba leyendo el libro, pero cuando este tipo le
empezó a decir que era una puta… Ella, sentada, le pateo la entrepierna, le
puso el dedo medio (.|.) y sonriendo se fue corriendo a otro lado.
Cuando las clases finalmente
terminaron Niall fue con ella a la biblioteca por unos libros. De regreso un
grupo chicas –perras, sinceramente- les detuvieron el paso.
-Hola cariño- dijo una mal
bronceada con el cabello negro y a kilómetros se veía que eran extensiones
súper quemadas por una plancha barata dirigiéndose a Christina.- ¿Estas ciega?
¿O eres una puta y él te pago? ¿Qué acaso no vez con quien estas?- Niall se
sintió avergonzado e iba a irse, pero Christina le apretó la mano, sonriendo, y
se quedaron ahí.
-Si, créeme que si.- dijo ella
haciendo énfasis.
-Pues parece que no. ¿Cómo lo
disfrutas? Digo, no creo que tenga nada…- hablo una ex castaña con un pelo
rubio chillón –casi fosfo.
-Mmm, déjame pensar… ¡Oh! Ya se. Deja
te demuestro la bestia de mi novio.-dijo Christina sonriendo soltando la mano
de Niall. “Novio” es lo único que escucho el, y no se dio cuenta de que
Christina había puesto su mano en su pene (¡!). Christina vio las caras
excitadas de las otras tipas por ver la erección de Niall, y sonrió.-Con
alguien como mí osito, es muy fácil disfrutar… Y más en la cama…- dijo y
guiñando un ojo exageradamente mientras sonreía arrastro a Niall fuera de la
escena. Cuando giraron la esquina Christina se echó a reír como una loca.
Niall, contagiado, río con ella. Hablo del sexo tan natural como si de elegir
el sabor de una nueve se trataba*.
-¿Qué… Qué demonios fue eso?-
pregunto mientras reía Niall.
-Viste… Ah, vistes sus caras.- dijo
Christina antes de echar una sonora carcajada al recordarlas, mientras
caminaban rumbo el coche.
-Nunca, nunca vuelvas a hacer eso.-
dijo el recobrando la cordura.
-Sabes que fue MUY divertido…
-Mejor vámonos a la casa.- dijo y
la arrastro hacia el auto.
En el carro, “cantaban” alegremente
todas las canciones, aunque no supieran la letra o el nombre o el artista. Y si
eran tristes; cambiaban la estación o la hacían feliz. Hace mucho que ella no
vivía algo así. Y el… bueno el nunca vivió algo así, pero eso lo hacía
especial.
Cuando llegaron al ascensor, fue un
silencio muy acogedor, pero el elevador se estaba tardando. Apenas se abrieron
las puertas del ascensor corrió al departamento en busca de algo, dejando la
puerta abierta.
Esta chica, esta chica era
especial.
No mentía sobre que la amaba. No
sabía cómo o porque, pero lo hacía. Por lo que le habían dicho sus, únicos,
amigos –que, por cierto, estaban de vacaciones- nunca, nunca digas “te amo” muy
temprano en una relación. Era como una regla. Era. Porque en este caso, era
simplemente verdadero.
Cuando entro corriendo al
departamento rumbo a su cuarto –ignorando el dolor de los cortes y las fotos
que seguían tiradas en el suelo- en busca de un condón. De verdad lo había
excitado.
Después de encontrarlo salió del cuarto,
solo para escuchar a Christina “liberándose”. No sabía qué hacer. Busco por
toda la casa el exacto, pero recordó que lo dejo en el baño, y no la iba a
molestar. Como no sabía qué hacer, recogió todas las fotos de ayer, viéndolas
todas –una por una. Como no sabía qué hacer, y como eran pocas, las pego todas
en la pared -que apenas y se cubrió. Así que, por ende, busco más fotos. Volvió
a su cuarto, ella seguía en el baño, y busco entre sus cosas. Se sorprendió al
ver la cantidad de libros que tenía, pero, al final de la maleta tenía una
caja, la saco y salió de ahí.
Por un momento pensó en interrumpir
en el baño, solo para saber que estaba viva, porque ya no se escuchaba. Pero no
lo hiso porque después de unos cuantos segundos escucho el agua corriendo,
dando por hecho, que seguía viva.
Se sentó en el sofá –sin poder
dejar de lado los recuerdos de la noche anterior cada vez que se sentaba ahí, y
mas porque las fotos ahora estaban colgadas en la pared- y abrió la tapa de la
caja morada con excesiva brillantina y lentejuelas. Las tomas de las fotos eran
preciosas, muchas del cielo o de cosas –como su cuarto- o lugares, -entre ellos
el London Eye- que podrían no parecer hermosos a simple vista, pero que ahí
eran… casi perfectos.
-¡Hey! ¿Qué haces con mis fotos?-
dijo enojada.- Pero que… Pegaste todas las fotos.
-Si… Guauu, eres muy buena
fotógrafa Christina, ¿porque no te dedicaste a esto?
-Ahh…- empezó ella a decir.
-No, no… - la interrumpió.- Te
llevare a un lugar.
Christina tomo su bolsa de hombro y
su vieja cámara instantánea, junto con Niall salió de ahí y se metieron al
carro. El insistió en taparle los ojos, tomarían fotos de regreso. Al final
acepto y lo hizo.
Fue -la nueva- rutina, que estaban
creando, de cantar en el carro cualquier canción que pasara…
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*Es irónico, para tod@s l@s que
leyeron la trilogía de libros de 50 sombras –que amo- de E.L. James. Ya saben
por lo de sexo vainilla y todo eso.
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Holais, buenas tardes o días o
noches, todo depende. No sé ustedes, pero hay algo tan hilarante que veo en las
partes masculinas de los hombres. Ya lo sabía, pero estuve más segura ahorita
cuando escribí… “pene” {“|”}… porque cada vez que lo escribo y/o lo digo me da
un ataque de risa.
Lo que sea, la pregunta…
¿Qué es la cosa que tienes, que te
encanta por que te hace feliz o te diversión? Si dices la escuela eres un
desterrado alíen, o un maldito muggle.
Esta esta hard, dificil, por que no
tengo muchas cosas que me hagan así como que "divertido", no. Pero,
bueno amo la tecnología.... Y a 1D, pero ellos no son una cosa. Aún así los
amo.
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